Construido en 1966 por un grupo de profesores de la escuela de medicina de Teherán, el Hospital General de Teherán fue uno de los primeros centros médicos privados de la región. La sala IPD del hospital está diseñada para proporcionar a los pacientes internacionales un ambiente confortable durante su tratamiento y hospitalización. Cada habitación del hospital está diseñada para que su estancia sea lo más cómoda posible. Todas las habitaciones disponen todos los servicios necesarios como, baño privado, sistema de llamada a enfermero, un televisor, una pequeña nevera, una caja fuerte, un teléfono de marcación directa e acceso a internet. Todas las salas del hospital disponen de las cámaras de CCTV que se utilizan en partes públicas por motivos de seguridad.