Irán es un país que no tiene enfermedades endémicas, y tiene muy pocas zonas de clima tropical, por eso hay muy pocas posibilidades de contraer una enfermedad viral grave o de cualquier otro tipo infeccioso.

No existe ninguna vacuna obligatoria para viajar a Irán. Toda el agua que suministra en el país se considera potable, pero si queremos estar al 100% seguros, podemos comprar agua embotellada. Existen muchos centros de salud, hospitales y clínicas tanto pública como privada por todas las ciudades, todos ellos están bajo la supervisión del ministerio de Salud.

Irán cuenta con algunos de los mejores hospitales de Oriente Medio, donde muchos de los doctores que trabajan en ellos se han formado en Europa o Norteamérica y, sobre todo en las ciudades, no es difícil encontrar a alguno que hable inglés. En las zonas más remotas, las instalaciones sanitarias son más básicas.